domingo, 30 de agosto de 2009

AC/DC


Biografia
Semejante receta les permite llegar a Londres en abril del ‘76, invitados por la discográfica Atlantic y prontos a alojarse en un pobre recoveco al otro lado del Hammersmith Bridge, en pleno apogeo de la era punk inglesa de ese año. Bautizados por la Atlantic como “punks de las antípodas” (¡?), Angus y sus secuaces ofrecen un show debut en Gran Bretaña en el pub Red Cow de Hammersmith, y luego continuaría a través de algunas presentaciones de escasa repercusión. Al mismo tiempo…bueno, casi, le dan la patada inicial a su primer tour inglés, como soportes de los Back Street Crawler del ex-Free Paul Kossof, quien fallece poco antes de iniciarse la travesía y retrasándose esta por un mes más. Mientras tanto, la Atlantic lanza al ruedo el nuevo álbum High Voltage (un refrito de las ediciones originales australianas de ese mismo y T.N.T.). No demorarían demasiado en emprender una segunda gira inglesa, esta vez como acto principal (oh!) y con entradas bien baratas. Tras algunos shows de destacado nivel (como el del Lyceum Theater londinense), el legendario Marquee los contrata para tocar allí todos los lunes por la noche a partir del 26 de julio de ese año. En agosto participan del festival de Reading junto a grupos como la banda dde Ted Nugent, The End y Black Oak Arkansas, entre otros, pero los australianos no quedan satisfechos con su performance. Menos complacido todavía se veía el público inglés en general, el cual estaba en total desacuerdo con que Angus se bajara las bermudas y mostrara el culoen plena actuación. Así y todo, los diablejos se las ingenian para llevar a cabo otra gira durante los meses de octubre y noviembre y precediendo el lanzamiento en Inglaterra de DIRTY DEEDS DONE DIRT CHEAP.
De vuelta a casa a principios de 1977, la banda se recluye en los Albert Studios de Sydney y registran un flamante LP, tan bueno y empapado de energía como para que, tiempo después, el mismísimo Pete Townshend declarase que “Let There Be Rock” era su disco favorito de hard rock. Con letras como las de “Whole Lotta Rosie” o “Crabsody In Blue”, la reputación de Bon Scott iba adquiriendo cada vez más tonos de indecencia pura, aunque intachable. Nuevamente en Londres, son invitados a oficiar de grupo telonero en la gira presentación de Black Sabbath de su último disco (en ese momento, “Technical Ecstasy”), pero una fuerte rencilla entre Malcolm y el Sabbath Geezer Butler obliga a los australianos a abandonar el proyecto en plena aventura. La gira junto al combo comandado por Ozzy Osbourne también sería la última participación de Mark Evans con AC/DC, quien tras algunos problemas con Angus se largaría del grupo, regresaría a Australia y circularía por un sinfín de agrupacio-nes. En un abrir y cerrar de ojos el hueco dejado por Evans sería ocupado por un tal Cltff Wllllams, cierta vez bajista del no tan ignoto grupo Home, el mismo que supo ser telonero de algunos shows de Led Zeppelin durante el ‘71. Sin vueltas, el novato Williams aceptó el puesto fervientemente y asimismo desconociendo el futuro proyecto de los AC/DC: una ambiciosa gira por los Estados Unidos. Y asi fue nomás. El verano boreal vió a estos atrevidos demonios de las antípodas comenzar a circular por el territorio estadounidense. Primero fueron los estados sureños y luego la alocada San Francisco, hasta llegar a la mismísima Nueva York…¡uf!. Tras el lanzamiento en octubre de Let There Be Rock, en medio de la gira europea presentación del LP, se dieron el inesperado gusto de colgar el cartelito de “sold-out” durante el show en el Hammersmith Odeon londinense. Lo que se dice todo un logro para estos poco pretensiosos y revoltosos tipejos, comandados por un salvaje tatuado y un escolar poseído por el rock, contra quienes cualquier tipo de exorcismo pecaba de inutil.
El personal de los Albert Studios de Sydney no se sorprendió en lo más mínimo cuando vió volver a trabajar por enésima vez al grupo en una nueva labor: la grabación de otra placa de estudio. Tamaña inversión resultó en POWERAGE. AC/DC logró catapultar las ventas de su disco recién salido de fábrica con una gira de 28 actuaciones durante abril y mayo por Gran Bretaña y algo después por los Estados Unidos, a modo de teloneros de bandas como Rainbow, Alice Cooper y Aerosmith, entre otros. Resultado: 76 conciertos agotadores a lo largo y ancho de EE.UU., pilas de comiquísimas anécdotas y una lista de seguidores que crecía dia tras día, y a pasos agigantados. La llegada a las bateas del nuevo LP IF YOU WAN BLOOD…YOU’VE GOT IT no podía haber sido de otra forma: AC/DC daban lo mejor de sí en vivo, y el disco era el fiel retrato de los shows del grupo. Era el álbum ideal para los fans, una vieja deuda que acarreaba la banda para con éstos. Pero la edad del poder y los buenos ratos verían, un poco después, oscurecer su limpio cielo por una tormenta inexorablemente negra, tan injusta como oportuna. Con John “Mutt” Lange a cargo de la producción, dedicaron seis meses de su valioso tiempo a la grabación del nuevo LP. Editado el 27 de julio de 1979, HIGHWAY TO HELL proponía un cambio en el sonido del grupo que se codeaba más asiduamente con las melodías y principalmente en los estribillos de sus temas. Claro que no faltó el tour presentación de rigor por EE.UU. y luego Inglaterra, donde incluso llegaron a telonear a los Who. De gira por europa, tambien se ocuparon de registrar el film Let There Be Rock, un compilado de imágenes y canciones en vivo y entrevistas que hasta fue proyectada en algun que otro cine capitalino de Argentina, a mediados de los años ‘80.
Durante la primera semana de febrero de 1980, Bon Scott se instaló en Londres, donde juntó a Angus y Malcolm para juntos redondear algunas ideas enfocadas al futuro disco del grupo.

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